Una de las tareas claves luego del terremoto es ayudar a la reconstrucción del país y a la recuperación de la confianza de las instituciones y las personas. En desastres de esta magnitud la desconfianza no sólo está dada por el temor a las nuevas réplicas, sino enfocada especialmente en una pregunta simple: ¿y ahora qué viene?
Esta pregunta tan simple puede implicar inamovilidad en muchos campos ya que la inseguridad ante el futuro no sólo se basa en haber sido directamente afectado, sino también en el clima general del país. Como sabemos, la confianza es clave para que las instituciones y las personas funcionen. La confianza nos permite vivir tranquilos, tomar riesgos y hacer una vida normal. Pero ¿qué pasa cuando ocurre una catástrofe como ésta?
Lo primero, luego de asegurados los bienes básicos, es una tendencia a guarecerse de los peligros y de lo desconocido. Esto incluye tener dudas sobre cómo impactará en nuestro trabajo, nuestros ingresos y, por supuesto, una restricción fuerte al gasto.
Lamentablemente, en momentos como éste lo que se necesita es justamente lo contrario. Para ayudar a la reactivación del país se requiere que tanto el sistema político como el económico actúen generando confianza y creando un círculo virtuoso en que las empresas y organizaciones produzcan, las entidades financieras se comprometan, la autoridad genere incentivos y las personas se integren y se beneficien.
Y es en este proceso en que la publicidad tiene un rol clave no sólo de comunicar las propuestas de valor de los bienes y servicios, sino de actuar como uno de los medios más eficientes para vincular a los diferentes actores, ayudar a la generación de confianza y hacer funcionar el círculo virtuoso de la comunicación comercial.
La publicidad, en sus diferentes formatos, ayuda a que las empresas y organizaciones se comuniquen en forma más eficiente con su público y hacen que el mercado funcione en forma eficaz. Es a través de ella que se comunican las marcas y también es a través de ella que los consumidores las ven acercarse a ellos, comprenderlos y ayudarlos.
En todo caso, el rol de la publicidad en este contexto no debe ser entendido sólo como la creación y difusión de los mensajes comerciales. Al contrario, su papel es ser un actor proactivo que sea un asesor cercano a las empresas, que comprende a las audiencias y puede identificar lo que desean y cómo ayudarles.
La Asociación Chilena de Agencias de Publicidad, esta comprometida a trabajar por Chile y ayudar a su pronta recuperación.
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